Un consultor de marketing es la persona responsable de la ejecución de las distintas estrategias recogidas en el plan de marketing. Un consultor de marketing digital es un profesional especializado en implementar estrategias online, tanto inbound como outbound.
El consultor de marketing digital aplica el plan de marketing para conseguir unos objetivos acordes al modelo de negocio, los recursos disponibles, la situación actual y las perspectivas de futuro. Por tanto, tiene una labor a largo plazo.
La definición de consultor de marketing a veces se confunde con la de auditor o asesor. Las tres funciones son complementarias y suelen ser ofrecidas dentro del conjunto de la consultoría de marketing.
La auditoría de marketing nos define el momento actual del negocio, es una imagen estática de la situación en estos momentos. En la asesoría se sacan conclusiones sobre el motivo de la situación actual y se proponen distintas estrategias de marketing digital para mejorarlo. La consultoría es la parte de la ejecución de dichas estrategias.
Una consultora de marketing debe proveer distintos mecanismos para controlar y analizar el motivo de las desviaciones con respecto a lo planificado. Un error en la auditoría o en la asesoría, puede llevar al traste la consultoría. Por este motivo, las tres funciones las suele realizar una misma empresa.
La función principal de un consultor digital es implementar las estrategias del plan de marketing, consiguiendo los objetivos propuestos. Para ello, la auditoría debe ser certera y la asesoría debe ser muy elaborada. Una mala auditoría y una asesoría a la ligera, son garantía de una consultoría improvisada y sin control.
El consultor de marketing debe analizar el documento final de la auditoría, conociendo al detalle la situación actual. Por otro lado, tiene que conocer las soluciones propuestas, acorde a los recursos y los objetivos de la empresa. El plan de marketing debe ser su guía para conseguir resultados.
Si la consultoría de marketing es realizada por varias empresas, el buen consultor jamás debe comenzar a implementar las estrategias de marketing digital sin hacer una mínima revisión de la auditoría y la asesoría. Por este motivo, una misma consultora suele hacer las tres labores.
Las funciones de un consultor de marketing son a medio y largo plazo. Como mínimo, se debe contratar unos seis meses y medir mensualmente las desviaciones de los objetivos.
El consultor de marketing debe tener competencias en estrategias inbound y outbound, ya que principalmente va a ser el responsable de su implementación. Aunque la parte operativa la lleve su equipo, él será el responsable ante la empresa contratante.
Una consultora de marketing suele hacer las tres labores de auditoría, asesoría y consultoría, para que todo el trabajo sea mucho más compacto, fluido y coordinado.
Las 7 fases de un proceso de consultoría de marketing digital son:
Como vemos, la auditoría suele ser el proceso más corto y la asesoría la que necesita más información, más conocimiento de la empresa y el sector. La consultoría es un proceso más a largo plazo y requiere muchas competencias del profesional. En cualquier caso, necesitamos información de la propia empresa. Sin la colaboración del negocio, todo el proceso irá más lento o no llegará a ningún sitio.
Podemos encontrar tres tipos de consultoría: externalización del departamento de marketing, necesidad de un especialista en una estrategia y segunda opinión sobre un negocio digital
Los tipos de consultoría de marketing dependen de la manera de trabajar del consultor y de la empresa. En cualquier caso, su trabajo se suele valorar en las horas realizadas y en ocasiones sobre indicadores como las ventas.
La empresa está centrada en la parte de producción y operaciones, así que no tienen departamento de marketing. Los directivos contratan a una consultora de marketing para que realice dichas funciones.
Este tipo de trabajo se suele cobrar por largas temporadas, por proyectos y suele contar con un equipo de consultoría amplio en personas y conocimientos.
La empresa tiene departamento de marketing, pero necesita una persona o grupo de personas para ejecutar una estrategia específica: SEO, Analítica, Social Ads, Redes Sociales, Email Marketing, hacer una Página Web, Ventas… Los directivos contratan a una consultora o directamente a un consultor individual para una competencia concreta, con unos conocimientos concretos.
Hay que tener cuidado porque es posible que el éxito o el fracaso del trabajo contratado no sea exclusivo del consultor especialista. Mucho más cuidado hay que tener cuando el resto del departamento también está externalizado.
Este tipo de trabajos se suelen cobrar directamente por horas y no suelen ser para grandes temporadas. Esta tipología de consultoría es la mayoría de las veces puntual.
La empresa ya tiene un departamento de marketing o lo tiene externalizado. Sin embargo, no consigue los resultados requeridos, no consigue ventas… Entonces, decide contratar a otra consultora para que audite, asesore y ejecute, en caso de necesidad, un nuevo plan.
Es el caso más peliagudo. Se aplique o no el nuevo plan de marketing digital, se deben cobrar las horas de auditoría y asesoría.
Desgraciadamente, en esta época del amateurismo digital, es la situación que más se da en la actualidad. Un buen consultor debe decidir si le conviene entrar en esta situación o no, donde ya ha trabajado un supuesto consultor sin competencias ni conocimiento.
Se debe contratar un consultor digital cuando los resultados no son los requeridos para el negocio. Ya sea por falta de profesionales, por falta de especialistas y simplemente por falta de rendimiento del equipo actual.
Sin embargo, la experiencia me dice que contratar a un consultor digital suele ser complicado para las empresas. No entienden el proceso de auditoría, la necesidad de entender el negocio y sus recursos, y el tiempo para ejecutar un plan de marketing. En ese caso, deciden apostar por el amateurismo digital, y lo primero que hacen es crear una web que no les va a servir.
La labor de un consultor de marketing digital es a medio y largo plazo, y si la empresa no ofrece los datos necesarios en la fase de auditoría y asesoría, los recursos en la fase de consultoría… los resultados tardarán más en llegar.
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